Soldado Anonimo (2005)

Reseña:

Un soldado es mucho más que un uniforme. Es la sensación de no estar en casa, es la incertidumbre del exterior, es desconocer todo lo que puede llegar a pasar, es poder morir por firmar un contrato con el que ni siquiera podes estar de acuerdo. Un soldado es atacar lo  desconocido. Un soldado es su rifle y sin su rifle no es nada.

Sam Mendes, el director de esta película nos trae una muestra de cómo vivió un escuadrón de marines de la división de francotiradores la guerra en defensa del ataque de Saddam Hussein a Kuwait en 1989. A pesar de ser una película que tiene lugar en un conflicto armado no se la puede clasificar como bélica ya que no se centra en las batallas sino en cómo pasan el tiempo los soldados en un conflicto en el que toman parte pero sin disparar una bala. Es una película donde el enemigo no está y el baño de sangre no se presenta a las filas.

Es sumamente destacable la fotografía del film, con los paisajes desérticos hermosos y un campo petrolífero lleno de aceite. La filmación da la sensación de que fue grabado en vivo en el mismo Kuwait.

Actores:

Jake Gyllenhaal: tengo que decir que soy un gran admirador del trabajo de este actor, el cual tiene un papel muy bien hecho representando a Anthony Swofford, un marine de apenas 20 años. Su locura y humanidad está muy bien actuada, muestra que el marine no es solo violencia y disparos.

Peter Sarsgaard: este gran actor acompaña muy bien el protagonismo de Gyllenhaal interpretando a Troy, un marine que lo único que desea es defender a su país. Es quien mejor representa al soldado estadounidense.

Jamie Foxx: este hombre está hecho para estos papeles. Su interpretación del Sargento Sykes, un hombre apasionado por su trabajo. Representa muy bien el poder y la conducción que debe tener un superior en el ejército.

Sinopsis:

Crónica sobre la guerra del Golfo: imágenes de pozos de petróleo ardiendo en la noche, cual cometas caídos del cielo; reclutas ruidosos, polvorientos, llenos de entusiasmo, pero también atemorizados ante la idea de toparse con el enemigo en cualquier momento; chicos que juegan al fútbol con las máscaras antigás puestas, mientras esperan el correo. Sin embargo, en esta situación infernal nacieron grandes amistades y lealtades incondicionales. Así nació la hermandad de los “jarheads” que se habían jurado fidelidad eterna.